En la actualidad, es imposible realizar una actividad sin tener una huella o registro convertido en información. Despiertas, enciendes el televisor y este registra el tiempo de uso. Sales a la calle, compras un café y eso produce diversos registros: un número de factura, un comprobante fiscal y si pagaste con tarjeta, una transacción para el banco emisor y una más para el receptor. Hasta las actividades más básicas como caminar o dormir están generando información a través de algún dispositivo inteligente como relojes, bandas para ejercitarse o ropa con estas capacidades de monitoreo. Cada vez más personas se dan cuenta del valor de la información, incluso en estas actividades tan cotidianas. Con la ayuda de la tecnología, la obtención de registros y generación de información ya no son un problema, volviéndose del alcance de todos.
Sin embargo, la problemática se ha desplazado en el proceso de tratar la información para generar valor: ¿Cómo estamos aprovechando toda esta información?
Volvamos a los ejemplos cotidianos, me parece excelente que registres y cuentes tus pasos, pero ¿qué hacer con ese dato? ¿Tienes una meta de pasos diarios? Si no lograste la meta, ¿sales a caminar hasta completarlos? Y esa meta, ¿cómo la definiste?, ¿es en función de un número de calorías a bajar o simplemente te pareció un buen número a completar? Una pregunta más, ¿qué pasa cuando tu celular y tu reloj inteligente registran tus pasos, pero el número que indican no es el mismo? ¿Quién tiene la razón? ¿Qué información es más confiable?
Bueno, esto mismo ocurre con las empresas y el sin fin de información que generan. La generación de información dejo de ser un problema para ceder su lugar a la duplicidadcitis y reportitis, términos coloquiales de la consultoría para referirse a múltiples registros de una misma información (causando duplicidad de información) y a la generación excesiva de reportes sin valor agregado.
Estos problemas son provocados por la ausencia de un gobierno de datos. Este termino hace referencia a la gestión de datos en una empresa. Su objetivo es definir la información a generar, establecer los procesos para la obtención, procesamiento y resguardo de la información. El gobierno de datos debe brindar claridad sobre los responsables, las fuentes y las reglas para el manejo de los datos.
/ Obtención de datos. Define las fuentes de información y los responsables. Puede ser un proceso automático donde un sistema o aplicativo provee las bases de datos. También pude ser un proceso de registro manual.
/ Procesamiento de datos. Los datos deben ser procesados para convertirlos en información entendible.
/ Análisis de información. Interpretación de la información, es el entendimiento de los datos procesados. Este es un punto indispensable y lo que hará la diferencia en cuanto al uso de la información.
/ Toma de decisiones. La información debe permitirnos una mejor toma de decisiones y definición de estrategias.
No te quedes solo con la generación o sobre generación de datos. Si no hay un análisis, debo decirte que no estas aprovechando la información. Esto aplica en cualquier nivel de desarrollo de tu empresa, seas una PYME o una Trasnacional, siempre es importante tener claro el objetivo de la información para poder generarla y procesarla en la forma más óptima.
Conoce de la mano de María Andrea Miranda, socia de Grupo Valor y líder de la unidad de analítica de datos, cómo pueden las empresas transformar sus datos en valor.
