¿Por qué no se cumplen los objetivos estratégicos?

noviembre 15, 2023
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Contar con objetivos estratégicos es fundamental para proporcionar dirección, enfoque y un marco general para el crecimiento y el éxito de una organización; sin embargo, el esfuerzo e inversión destinada a definirlos se pierde a la hora de la puesta a punto o implementación de las iniciativas que nos acercan a nuestras metas.

El gap entre un deseo y un objetivo cumplido se da principalmente por falta de disciplina, recursos, enfoque y dedicación, que se puede resumir de la siguiente manera:

Falta de alineación: Si los objetivos estratégicos no están alineados adecuadamente con la visión y misión de la organización, o si no se comunican claramente a todos los niveles, entonces no serán prioritarios y se perderá el ímpetu estratégico con el tiempo.

Dimensión financiera: En muchas ocasiones, la iniciativa estratégica se pierde por falta de un respaldo financiero ligado a los objetivos del plan estratégico, lo que ocasiona que no se asignen recursos para la ejecución, ya sea en términos de personal, financiamiento o tecnología. Es importante asegurarse de que los recursos estén disponibles y se asignen de manera eficiente para cumplir con las metas y el retorno propuesto.

Falta de seguimiento y evaluación: La carencia de un sistema efectivo para monitorear y evaluar el progreso hacia los objetivos estratégicos puede llevar a la complacencia. Es crucial establecer indicadores clave de rendimiento (KPI) y realizar revisiones periódicas para asegurarse de que la organización esté en camino.

Manejo del cambio: Lo normal es que en este tipo de iniciativas el rechazo esté a la orden del día; las organizaciones enfrentan resistencia interna al cambio, ya sea por parte de los empleados o de la cultura organizativa. Esta resistencia puede dificultar la implementación de nuevas estrategias y la consecución de objetivos o que no se cumplan a cabalidad los beneficios establecidos.

Abordar estas cuestiones y mantener una comunicación abierta y transparente dentro de la organización aumenta significativamente la probabilidad de éxito en la consecución de objetivos estratégicos. En resumen, contar con objetivos estratégicos proporciona un marco esencial para el crecimiento y la dirección de una organización siempre que podamos pasar de la teoría a la práctica.

Tengamos en cuenta que el plan estratégico no es un requisito; es una herramienta para llevarnos a un mejor nivel competitivo. Por lo tanto, te sugiero que tu plan cuente con estas características:

Claridad y Enfoque: Un plan debe tener objetivos claros, acciones básicas y no ser tan complejo. Esto ayuda a establecer un enfoque claro y a alinear los esfuerzos de todos los miembros del equipo hacia metas comunes.

Toma de Decisiones: Contar con un gobierno estratégico que tome decisiones ayuda a evaluar y priorizar iniciativas, proyectos y recursos en función de su contribución al logro de los objetivos establecidos.

Motivación y Compromiso: Tener metas claras y desafiantes puede motivar a los miembros del equipo al proporcionar un propósito significativo. Los objetivos estratégicos pueden fomentar un sentido de compromiso y unión entre los empleados. De igual forma, contar con ayuda en la facilitación del cambio genera motivación y empuje para lograr concretar el plan estratégico.

Medición del Rendimiento: Los objetivos estratégicos deben contar con KPI y un retorno alineado a la estrategia. Esto proporcionará una base para medir el rendimiento de las acciones.

Nuestro plan puede ser un acelerador de productividad, motivación, enfoque, crecimiento o, por el contrario, una herramienta frustrante que merma el espíritu de mejora e innovación dentro de la cultura de las empresas. La diferencia entre uno y otro es la capacidad de implementar.

El Plan Estratégico definitivamente es una pieza clave dentro de una organización que requiere de un esfuerzo importante, visión de futuro, alineación y capacidad de plasmar su ejecución a corto y mediano plazo.