¿Qué hacer cuando los objetivos empresariales se quedan atrás a mitad de año? Estrategias para recuperar el enfoque.

1. Realizar una Evaluación Exhaustiva

Antes de tomar cualquier acción o decisión, es vital entender por qué los objetivos no se están cumpliendo, y revisarlo desde todas las aristas, es decir, presupuesto, responsables, tiempos de ejecución y priorización. Para esto es importante realizar una evaluación de los factores internos y externos que podrían estar afectando el rendimiento. Esto incluye:

• Análisis de rendimiento: Revise las métricas clave de rendimiento (KPIs) y compare los resultados actuales con los objetivos establecidos. Por ejemplo, si su objetivo era aumentar las ventas en un 20% y solo ha logrado un 10%, identifique los factores específicos que están limitando el crecimiento. Esto permitirá definir si debemos hacer cambios a corto, mediano y largo plazo.
• Retroalimentación del equipo: Según Gallup, las empresas con alta participación de los equipos de trabajo superan a sus competidores en un 147% en ganancias por acción. Para esto una pieza clave es, desarrollar sesiones de trabajo en donde participen todas las capas de la estructura, con esto podemos asegurar que todos van hacía el mismo camino y resultado.
• Evaluación del mercado: Un informe de McKinsey muestra que el 45% de las empresas que revisan regularmente las tendencias del mercado logran mejores resultados. Analice las tendencias del mercado y los cambios en la competencia que podrían estar influyendo en su desempeño. La realidad es que hoy en día los clientes y sus preferencias cambian constantemente y esas estrategias deben moverse a misma velocidad.

2. Revisar y Reajustar Objetivos

A veces, los objetivos establecidos al inicio del año pueden no ser realistas debido a cambios imprevistos en el entorno empresarial, al mercado o al mismo consumidor. Revisar los objetivos y ajustarlos según sea necesario. Existen diferentes metodologías para la definición de los objetivos, sin embargo, es primordial que estos cumplan con las variables de los objetivos SMART (Específicos, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales). Según un estudio de la Universidad de Stanford, las empresas que establecen objetivos SMART tienen un 30% más de probabilidades de alcanzarlos.

3. Redefinir Prioridades

Cuando los recursos son limitados y los objetivos no se cumplen, es esencial redefinir las prioridades. Es importante enfocarse en las tareas y proyectos que tendrán el mayor impacto en el logro de los objetivos estratégicos corporativos. Esto podría implicar posponer o descartar iniciativas menos críticas. Según un informe de PwC, el 61% de las empresas exitosas priorizan proyectos con el mayor impacto estratégico.

4. Mejorar la Comunicación Interna

La comunicación efectiva es clave para alinear a todo el equipo con los objetivos revisados. Es de vital importancia asegurar de que todos los equipos de trabajo comprendan las nuevas prioridades y cómo pueden contribuir al éxito de la empresa y al cumplimiento de esos objetivos estratégicos.