de los planes estratégicos tienen una duración menor a los 3 años
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de las empresas realizan ejercicios de planeación de forma regular
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Una de las razones por las cuales un plan estratégico no es exitoso, es porque no es medido a través de indicadores, mi frase favorita de William Thomson Kelvin (Lord Kelvin), físico y matemático británico, “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.”.
Algunas veces queremos correr antes de caminar, y nos ponemos objetivos agresivos el primer año, hay que ser conscientes al evaluar los recursos que se tienen: personas, tiempo, dinero, materiales y el impacto que va a generar sobre el área/organización, si este es alto, es decir, un ROI > 1, dale con todo.
Hay que tener la claridad, que no todas las ocasiones, el objetivo es el mismo proyecto, veámoslo con ejemplos, uno de los objetivos de tu plan estratégico en el área comercial es incrementar las ventas en un 25%, teniendo el conocimiento de cuáles son los puntos de dolor, podemos decir que para ello se debe:
Estos proyectos pueden hacerse de manera independiente o simultánea. Lo importante es tener en cuenta el plazo y presupuesto que tenemos para generar los resultados esperados.
Partiendo de lo anterior, debemos definir los indicadores de avance e indicadores de resultados. Los primeros se refieren al cumplimiento de la meta global proyecto:
– Tiempo y presupuesto: compara el avance programado Vs. el real, con este podemos monitorear fecha de finalización y consumo del presupuesto.
– ROI: Retorno sobre la inversión, es decir, cuál es el beneficio económico que está generando la inversión del objetivo. Siempre debemos procurar que este sea mayor que 1, con esto garantizamos que no “gastamos” sino “generamos valor”.
Por otro lado, tenemos los indicadores de resultados, son los que nos ayudan a medir el cumplimiento del objetivo del plan estratégico, estos pueden ser de gestión, comerciales, operativos, financieros, etc., lo importante siempre es medirnos contra un periodo base e ir evaluando en el tiempo su evolución, inclusive luego de la implementación.
Esta es la cereza del pastel, muy bonito si tenemos proyectos, indicadores, etc., pero si no hacemos seguimiento de manera frecuente, de nada sirve lo anterior. Define cada cuanto vas a dar seguimiento, cada cuánto vas a medir indicadores, cada cuanto le vas a dar seguimiento a los planes de acción. Con esto estoy segura de que los resultados vendrán pronto.
Lo importante es contar con un asesor que te guíe y acompáñame en el proceso, la operatividad del día a día, algunas veces, nos impide avanzar, ejecutar y medir.
En Grupo Valor contamos con Project Managers que te pueden guiar en el proceso, para más información puedes contactarnos por este medio.
La renovación de tu ejercicio de planificación no debe ser tomado a la ligera, nuestra metodología consta de 4 claves para plantearse objetivos relevantes más allá de nuestro negocio y entorno.