Si nos apalancamos en las posibilidades triunfadoras que tenemos; con procesos y tecnología cada vez más eficientes, equipos alineados y comprometidos con el negocio; el 2023 será un año que no solo marque la finalización de la pandemia si no la generación de un crecimiento exponencial para muchos.
Es claro que en el discurso político siempre se busque ver las áreas de oportunidad para generar la necesidad de un cambio posible en un país, una institución o grupo que maneja algún sector y la verdad es una buena estrategia porque lo que se basa es en buscar enfocar a las personas en la necesidad o en lo que falta; pero también podría ser vista la “bronca” como una posibilidad de que estamos haciendo bien y qué es lo que tenemos que maximizar qué es lo que podemos llevar a su máximo potencial y darle continuidad a las cosas que también se estén haciendo bien. Por eso les escribo aquí unos datos interesantes de cómo está el sector de alimentos y bebidas en Costa Rica.
1) El Producto Interno Bruto (PIB) del 2021 en comparación al del 2019 creció un 3.2%, Rica, por lo tanto, si comparamos el 2021.
2) Para este 2022 se proyecta que el PIB crezca el 3,9%
3) La industria alimentaria alcanzó un máximo histórico con 3,8 billones en el 2019 gracias al lanzamiento de nuevos productos al mercado, donde se registraron más de 250.000 nuevos productos. Entre los principales países que están comprándole alimentos a los costarricenses están Guatemala, México, Estados Unidos, Panamá y Nicaragua. Adicionalmente, China es el primer es el primer mercado en comprar carnes a Costa Rica, donde esta cifra representa el 54% total de la exportación de carne en el país
4) La industria alimentos y bebidas en Costa Rica representa el 6% del Producto Interno Bruto ofreciendo más de 54000 empleos directos y un 67% de participación en las empresas pequeñas y medianas del país.
1) Cuidar claramente la cadena de abastecimiento de insumos durante este 2022 porque va a seguir disminuida.
2) Aprovechar las tendencias de influencia transversal para articular fabricantes, consumidores y normativas en el segmento de alimentos personalizados, sostenibilidad, cero desperdicios y salud y bienestar.
3) Aprovechar la pandemia como dinamizador en el estímulo del consumo de marcas y alternativas de origen local,, por lo tanto, los locales tenemos que ver cómo generamos una diferencia para calar en la mente de nuestros consumidores.
4) Exportadores debemos de buscar un dinamismo en el potencial de las categorías, marcando una fuerte diferencia, posiblemente en tendencias como salud inmune, bienestar funcional, alternativas diferentes a la carne (Plant based categories).
“Bronca” siempre vamos a tener; el tema está que en el sector de alimentos y bebidas tenemos una gran posibilidad en este 2022 de aprovechar la innovación, tecnología, lo local y la exportación para generar un diferenciador ganador en Costa Rica.
Por supuesto que tenemos que cuidar también nuestros puntos ciegos y las áreas de oportunidad, pero si nos apalancamos en las posibilidades triunfadoras que tenemos; con procesos y tecnología cada vez más eficientes, equipos alineados y comprometidos con el negocio; el 2022 será un año que no solo marque la finalización de la pandemia sin la generación de un crecimiento exponencial para muchos.
Nuestros socios de Centroamérica, Ricardo Correa y José Manuel Hernández, nos contarán las oportunidades que han encontrado en la industria de alimentos y bebidas y las nuevas tendencias del mercado.